SON USTEDES LOS CÓMPLICES
NECESARIOS
Decidí, a finales del año
pasado, mantenerme a distancia del blog para evitar tentaciones y no seguir
escribiendo la indignación que me ¿nos? corroe.
En todos estos días no se me
ha pasado la indignación y me comienza a pudrir la desesperanza.
Me he dado cuenta que no
levanto mi voz contra los corruptos, contra los criminales que gobiernan o se
oponen protegiendo los aparatos de sus propios partidos, estoy gritándole a
millones de españoles. A muchos de ustedes que, quizás, leerán estas notas y
sonreirán con fingida superioridad.
Lo que nos está sucediendo y
lo que está por venir es tan culpa de los políticos que nos gobiernan como de
aquellos que los votan y lamentablemente en esta escalada criminal hay millones
de españoles involucrados, millones de “CÓMPLICES NECESARIOS” y muchos de
ustedes son eso, cómplices que no valoran la gestión de los partidos que se
alternan en el poder y que votan “a los suyos” hayan hecho lo que hayan hecho y
amenacen con hacer lo que les pase por la cabeza.
Forman ustedes parte de esa
legión de españoles que redime con su voto a los más abyectos criminales. Los
protegen como si de hijos descarriados se tratase a los ojos de una madre,
compasiva con su vástago y cruel con las víctimas de sus tropelías.
Cómo si no, es posible que
el que más roba más votos obtenga y no me importa el color. Da igual que la
comunidad sea histórica o de reciente cuño, que el gobierno sea municipal o
nacional, que el partido sea de derechas o de izquierdas, independentista o
medio pensionista.
Todos sin excepción son
premiados por sus malas acciones y ese es un mal endémico de esta sociedad.
Si el hijo no colabora la
madre le pide ayuda al disciplinado que así trabaja el doble para que su
hermano “delincuente” se pegue la gran vida. Si el empleado es un vago o un
irresponsable cada vez se le da menos carga de trabajo para que no la líe y se
sobrecarga al trabajador juicioso y eficaz.
Si el dependiente de la
tienda es un grosero acudimos a su compañero que no para en todo el día
mientras su “compi” vive como un rey (y de esto mejor ni hablar). Si el maestro
exige al alumno el cumplimiento de sus tareas se puede encontrar a un padre
furibundo que le propine un mamporro por ser un magnífico docente. Por supuesto
vive mejor el que regala las notas aunque luego el alumno sea un desgraciado.
Son ustedes “CÓMPLICES
NECESARIOS”, son ustedes los que restan credibilidad a la democracia, porque al
fin de cuentas son ustedes los que han encumbrado, elección tras elección, año
tras año, legislatura tras legislatura, a estos políticos que trincan o ven
como lo hacen sus compañeros sin pestañear, que legislan leyes que les protegen
de la justicia y los que dan indultos a diestro y siniestro, a delincuentes
comunes, de tráfico y sobre todas las cosas del mundo a compañeros de la casta,
sean del partido que sean.
Y a esos políticos les han
puesto ustedes en el sitio en el que están, por tanto el principio de todo pasa
por sus votos y lejos de escarmentar han seguido votando a los mismos, a los suyos…
hayan hecho lo que hayan hecho porque para eso son los suyos.
Son ustedes un ejército muy
poderoso, es difícil clamar contra las injusticias arropadas por un porcentaje
tan elevado de españoles. Es una batalla absurda y abocada al fracaso porque
ustedes son muchos y tienen la herramienta del voto para acabar con el futuro,
utilizando una ley de partidos injusta y un sistema de proporcionalidad que
sólo le da oportunidades a los que ya están en el poder.
A los que no pensamos igual,
los que no tenemos “de los nuestros” porque somos incapaces de identificarnos
con estos personajes, sus aparatos y sus partidos, no nos queda más remedio que
buscar los programas electorales de pequeños partidos para saber si hay alguna
idea nueva, si es posible cambiar las cosas. Hay que buscar la información
porque no salen en la tele, ni en la radio, ni en la prensa, porque el silencio
es una forma de condena que acaba con la palabra, con la idea y a los
poderosos, y al parecer a ustedes, no le gustan las ideas le gustan “los
suyos”.
Y volverán a votar a los
mismos aunque el futuro que dejen a sus hijos sea peor, porque son “los suyos”,
creo sinceramente que confunden la política con el fanatismo futbolero y si,
claro que se puede ser del Betis, del Madrid, del Barcelona y sentir sus
colores. Lo que no creo es que se pueda votar contra la propia conciencia por
el simple hecho de su fanatismo político.
P.D. Lamento
haber vuelto a la tecla… pero a la indignación no siempre se la puede
domesticar.