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domingo, 27 de enero de 2013

SON USTEDES LOS CÓMPLICES NECESARIOS


SON USTEDES LOS CÓMPLICES NECESARIOS

Decidí, a finales del año pasado, mantenerme a distancia del blog para evitar tentaciones y no seguir escribiendo la indignación que me ¿nos? corroe.
En todos estos días no se me ha pasado la indignación y me comienza a pudrir la desesperanza.
Me he dado cuenta que no levanto mi voz contra los corruptos, contra los criminales que gobiernan o se oponen protegiendo los aparatos de sus propios partidos, estoy gritándole a millones de españoles. A muchos de ustedes que, quizás, leerán estas notas y sonreirán con fingida superioridad.
Lo que nos está sucediendo y lo que está por venir es tan culpa de los políticos que nos gobiernan como de aquellos que los votan y lamentablemente en esta escalada criminal hay millones de españoles involucrados, millones de “CÓMPLICES NECESARIOS” y muchos de ustedes son eso, cómplices que no valoran la gestión de los partidos que se alternan en el poder y que votan “a los suyos” hayan hecho lo que hayan hecho y amenacen con hacer lo que les pase por la cabeza.
Forman ustedes parte de esa legión de españoles que redime con su voto a los más abyectos criminales. Los protegen como si de hijos descarriados se tratase a los ojos de una madre, compasiva con su vástago y cruel con las víctimas de sus tropelías.
Cómo si no, es posible que el que más roba más votos obtenga y no me importa el color. Da igual que la comunidad sea histórica o de reciente cuño, que el gobierno sea municipal o nacional, que el partido sea de derechas o de izquierdas, independentista o medio pensionista.
Todos sin excepción son premiados por sus malas acciones y ese es un mal endémico de esta sociedad.
Si el hijo no colabora la madre le pide ayuda al disciplinado que así trabaja el doble para que su hermano “delincuente” se pegue la gran vida. Si el empleado es un vago o un irresponsable cada vez se le da menos carga de trabajo para que no la líe y se sobrecarga al trabajador juicioso y eficaz.
Si el dependiente de la tienda es un grosero acudimos a su compañero que no para en todo el día mientras su “compi” vive como un rey (y de esto mejor ni hablar). Si el maestro exige al alumno el cumplimiento de sus tareas se puede encontrar a un padre furibundo que le propine un mamporro por ser un magnífico docente. Por supuesto vive mejor el que regala las notas aunque luego el alumno sea un desgraciado.
Son ustedes “CÓMPLICES NECESARIOS”, son ustedes los que restan credibilidad a la democracia, porque al fin de cuentas son ustedes los que han encumbrado, elección tras elección, año tras año, legislatura tras legislatura, a estos políticos que trincan o ven como lo hacen sus compañeros sin pestañear, que legislan leyes que les protegen de la justicia y los que dan indultos a diestro y siniestro, a delincuentes comunes, de tráfico y sobre todas las cosas del mundo a compañeros de la casta, sean del partido que sean.
Y a esos políticos les han puesto ustedes en el sitio en el que están, por tanto el principio de todo pasa por sus votos y lejos de escarmentar han seguido votando a los mismos, a los suyos… hayan hecho lo que hayan hecho porque para eso son los suyos.
Son ustedes un ejército muy poderoso, es difícil clamar contra las injusticias arropadas por un porcentaje tan elevado de españoles. Es una batalla absurda y abocada al fracaso porque ustedes son muchos y tienen la herramienta del voto para acabar con el futuro, utilizando una ley de partidos injusta y un sistema de proporcionalidad que sólo le da oportunidades a los que ya están en el poder.
A los que no pensamos igual, los que no tenemos “de los nuestros” porque somos incapaces de identificarnos con estos personajes, sus aparatos y sus partidos, no nos queda más remedio que buscar los programas electorales de pequeños partidos para saber si hay alguna idea nueva, si es posible cambiar las cosas. Hay que buscar la información porque no salen en la tele, ni en la radio, ni en la prensa, porque el silencio es una forma de condena que acaba con la palabra, con la idea y a los poderosos, y al parecer a ustedes, no le gustan las ideas le gustan “los suyos”.
Y volverán a votar a los mismos aunque el futuro que dejen a sus hijos sea peor, porque son “los suyos”, creo sinceramente que confunden la política con el fanatismo futbolero y si, claro que se puede ser del Betis, del Madrid, del Barcelona y sentir sus colores. Lo que no creo es que se pueda votar contra la propia conciencia por el simple hecho de su fanatismo político. 


P.D. Lamento haber vuelto a la tecla… pero a la indignación no siempre se la puede domesticar.