VENEZUELA PREMONICIÓN
POLÍTICA DE ESPAÑA
Cuanto recuerda esta España
a la Venezuela de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera y todos aquellos que
alternaron el poder con el bipartidismo de Acción Democrática (AD) y el Partido
Social Cristiano COPEI que sucedieron al derrocado dictador Marcos Pérez
Jiménez.
A partir del 23 de enero de
1958 se alternaron en el poder ambos partidos convirtiendo la política
venezolana en un carnaval de corrupción y dislates económicos y políticos que
han desembocado en el populismo “militar” capitaneado por Hugo Chávez.
Con rentas ridículas,
irrisorias, el venezolano tenía impreso en su adn que era rico, el más rico de
Latinoamérica y miraba por encima del hombro a colombianos, ecuatorianos,
brasileños y demás vecinos mientras vivía en un ranchito (favela) en las
colinas que rodeaban la capital y otras importantes ciudades del país.
Esta sistemática alienación
de la infancia y la juventud acabó con los necesarios resortes que el trabajo y
la dedicación hacen que el ser humano como persona intente evolucionar y que se
consigan logros como país. Venezuela depende para su funcionamiento ordinario
de las importaciones y cuando éstas son suspendidas o reducidas por cualquier
causa el país entra en crisis, no hay cartón para envasar la leche, no hay
repuestos para los vehículos, no hay medicinas, no hay, no hay, no hay.
En las décadas que siguieron
a la dictadura, los dos partidos mayoritarios manejaron a su antojo y beneficio
las riquezas inmensas del país, contribuyeron a generar bolsas de pobreza como
graneros de votos y convirtieron a los ciudadanos en “hinchas” de los colores
de ambos, aderezados en un carnaval de pseudodemocracia.
Políticos corruptos, abusos,
nacionalizaciones ruinosas, concesiones seculares, escuelas de himno nacional y
banderita, uniformes con rémoras militares en los colegios públicos BLA, BLA,
BLA
Todos estos detalles y el
paso de los años, como sucede en el proceso de añejamiento del ron, fueron
desanimando a una población cada vez más descreída, incrementaron hasta el
infinito los atracos, asaltos, robos y otras modalidades de sustento
convirtiendo a Caracas en la capital más peligrosa de Latinoamérica aunque se
asigne el mérito a otras, o en el primer origen, del mercado de la cocaina
hacia Europa aunque Colombia siga teniendo una fama que no se corresponde a la
realidad. Hicieron desaparecer a la clase media y aborregaron a un pueblo que
acudía a las urnas a decidir entre la opción mala y la peor, bajo a amenaza de
sanción porque en Venezuela el voto, no sólo es un derecho sino que además es
una obligación y la Ley contempla las sanciones por no ejercerlo.
La impunidad llegó hasta
tales cotas que se compraban máquinas quitanieves en regiones con temperaturas
de 40 ºC, o autobuses con ventanucos pensados para el transporte urbano de
Lóndres en los que se asaban los caraqueños todos los días, o coches oficiales
con asientos calefactados BLA, BLA, BLA.
Tampoco crean que la
diferencia es tanta, aquí tenemos aeropuertos peatonales, trenes sin vías, vías
y trenes sin viajeros, concesiones poco claras, financiaciones irregulares de
partidos políticos, eres y gurteles, malayas y campeones, pokemones y lo que
vendrá para deleite de los que nos vean desde fuera.
También nos dijeron que
éramos ricos porque era necesario reunificar a las dos “alemanias” y dar salida
a los excedentes de capital producidos por unos tipos artificialmente bajos que
ellos mismos propiciaron como capataces de Europa.
También inocularon en la
población la necesidad de cambiar de coche, comprar la casita en la playa,
viajar a Nueva York de vacaciones para comprar por lo barato que resultaba con
un cambio euro/dólar tan favorable. Ya no había que ir a Chipiona, Punta Cana
se llenaba de obreros de la construcción animados por el crédito al consumo que
le había ofrecido el director de su sucursal para sumar a la hipoteca abierta
que incluía la moto del niño y el nuevo coche.
Entre tanto, nuestros
gobernantes, nuestros particulares AD y COPEI, continuaron con el lavado de
cerebro (cheques bebé, Champions League, ayudas al tercer mundo, inmersiones
lingüísticas, embajadas autonómicas, ciudades de las artes, las ciencias, las
culturas, premios de automovilismo, copas de vela, una universidad en cada
esquina, un polideportivo por barrio, una piscina climatizada sin bañistas, BLA,
BLA,), ignoraron las advertencias de los expertos y siguieron alimentando el
vientre putrefacto de la vaca muerta al sol hasta que estalló y estampó sus
vísceras fétidas sobre todos los ciudadanos.
Ahora los llamados socios
europeos con la complicidad necesaria de los políticos españoles (nuestro AD y
COPEI) se han asociado para decirnos que la culpa es nuestra, de los ciudadanos
que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. De los emigrantes que
vinieron a trabajar porque los llamamos, como por cierto hizo Venezuela con
españoles, portugueses e italianos, buscando desviar la mirada y conseguir la
impunidad que hasta ahora siempre han conquistado.
Y que ahora, la única
solución es apretarnos el cinturón para pagar los acreedores alemanes, tapar
los agujeros que produjeron políticos y acólitos en Cajas de Ahorros,
Comunidades Autónomas, Organismos sin control, Fundaciones, Partidos,
Sindicatos y otras asociaciones de desconocida utilidad pero todas carísimas,
que al parecer no han contribuido a la ruina. La ruina la han producido los
obreros de la construcción que se compraron el chalet, animados por la
constructora para la que trabajaban y el director del banco. Ya tenemos chivo
expiatorio ¡qué tranquilidad!
El siguiente capítulo ya lo
conocemos, hartazgo, descreimiento y populismo, no vendría mal dejar de mirar
el dedo cuando nos están enseñando la luna.
Venezuela reclama el
territorio de la Guayana y nosotros el Peñón de Gibraltar…
ÚLTIMA HORA
PD. Hugo Chávez vencedor en
las elecciones venezolanas.
A lo mejor habría que hacer
más plural el parlamento español, modificar la Ley Electoral y evitar las
tentaciones que hagan desaparecer, definitivamente la democracia, junto con el bipartidismo.
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